Durante esta semana de clase hemos comentado la importancia de “El patrón oro” sin el cual no habría sido posible el fuerte incremento de la actividad económica y el crecimiento de los intercambios, tanto nacionales como internacionales, durante el siglo XIX.
Primeramente, explicaremos la diferencia entre moneda de cuenta y moneda efectiva, que al mismo tiempo puede ser real o fiduciaria. En cuanto a la primera, indica una unidad de valor, sin contrapartida física, se usa en la contabilidad, en contratos o en comparaciones. Por otra parte, la moneda efectiva es la que tiene contrapartida física (pieza de metal, papel moneda, etc.). Asimismo, la moneda fiduciaria se acepta por un valor superior a su valor material, dependiendo de la confianza que exista sobre ésta, se extendió a partir de la Revolución Industrial y se regulará con el dinero depositado en los Bancos Centrales; en cambio, la moneda real contiene el valor de representa.
La moneda se organiza en un sistema monetario que puede ser monometálico o bimetálico, dependiendo de la cantidad de patrones metálicos que tiene. En esta época la cantidad de moneda era limitada (cuello de botella para financiar el comercio internacional), de manera que era necesario un nuevo sistema. Así, en el siglo XIX, Inglaterra tuvo la oportunidad de crear el patrón oro, que se basó en un estudio de Isaac Newton. Éste era beneficioso para aquellos países desarrollados y poseedores de minas para la obtención de abundantes reservas. Así, es necesario destacar que éste fue el motivo del Imperialismo (búsqueda de territorios con minas de oro y plata).

Dicho sistema proporcionaba estabilidad de precios y de tipos de cambio. Esto tenía una serie de ventajas, como la reducción de la incertidumbre a nivel macroeconómico, reducción de los gastos de contabilidad, etc; y una serie de desventajas destacables en época de crisis, como la imposibilidad de libre emisión de divisas, mayor rigidez a la hora de cambiar las partidas de gastos, etc.
David Hume, dijo que los países con este sistema monetario se autorregulaban, ya que aquellos que tuvieran una balanza comercial negativa tendrían un déficit en oro y en oferta monetaria, por lo tanto caerían sus precios y volverían a ser competitivos; en cambio, aquellos países con una balanza comercial positiva, tendrían un superávit en oro, por lo tanto, se incrementarían sus precios y perderían competitividad. El ajuste pasaría por el tipo de interés, así la pérdida de reservas de oro en un país obligaría al Banco Central a aumentar el tipo de interés encareciendo y reduciendo el crédito a sus clientes. Lo contrario pasaría en un país exportador, es decir, con entradas de reservas.
Aunque en la realidad los niveles de precios internacionales mantuvieron una importante sincronía en sus movimientos. Tendían a seguir al Banco Central de Inglaterra. El patrón oro y toda la mística que le rodeaba dependía de libra y de la balanza de pago y el dominio Británico.
Finalmente, con la Primera Guerra Mundial, se produjo una total falta de coordinación (no se pudo garantizar la plena convertibilidad, una fijación oficial y la plena libertad de actuación). Además, se produjo un aumento de las políticas sociales y del derecho a voto, que redujo la preocupación por el equilibrio exterior y provocó la desaparición de dicho sistema monetario.
Según mi opinión, esta falta de coordinación que se produjo en el siglo XIX se ha vuelto a producir creando la nombrada crisis financiera que estamos padeciendo todo el mundo en la actualidad. Siempre tenemos que valorar si un sistema monetario es beneficioso o no y saber cambiar o modificarlo cuando se produzcan errores o desequilibrios que no favorecen al conjunto de la sociedad. Así, es necesario destacar que el sistema mundial se basa en la economía estadounidense (como en el siglo XIX en la Británica) y que en el momento que ésta hizo fallida, todo el mundo se vio involucrado ya que no se habían tomado las medidas de seguridad pertinentes. Con esto último me refiero a que los intercambios financieros han cambiado, ya no sólo es importante la actuación de los Bancos Centrales, si no que los movimiento del sistema financiero en la sombra son muy importantes si de debían de haber establecido medidas de control necesarias para su correcta coordinación y, de esta manera, evitar la crisis.

No hay comentarios:
Publicar un comentario