En el segundo ciclo de la difusión de la industrialización, podemos encontrar a países como Holanda y Escandinavia, Italia y España y, en la periferia este, Rusia y Japón. En esta publicación, me centraré, principalmente en Italia y España, mencionando igualmente algunas semejanzas comunes en todos ellos.
CARACTERÍSTICAS COMUNES
1.- Tardía adopción (en algunos no se completó hasta 1870) y escasas transformaciones estructurales.
2.- Localización periférica
3.- Explotación agraria tradicional de bajos rendimientos (excluyendo a Holanda y Dinamarca que destacaban por la agricultura y la ganadería).
4.- Todos estos países tuvieron un desarrollo ligado a la dimensión internacional del trabajo hasta 1860. Período en el cual existía una inversión prioritaria en el ferrocarril y en una política comercial librecambista. A partir de 1860 se produjo un progresivo abandono librecambista
ITALIA Y ESPAÑA
En cuanto a la existencia de recursos:
Primeramente, es necesario mencionar la diferencia en la dotación energética (carbón y electricidad).
En el caso de España, este país tenía poco carbón (sólo en Asturias), mal situado y mal comunicado. El 85% del carbón que se utilizaba en Catalunya, Valencia y el País Vasco (zonas más industrializadas) provenía de Newcastle y Cardiff. En el caso de Italia, su carbón estaba situado en una pequeña zona poco explotada. De manera que utilizó la energía eléctrica gracias a los grandes lagos de los Alpes.
Segundamente, la dotación de materias primas demandadas en mercados exteriores y el problema de la tasa de intercambio.
En el caso de España, era exportadora de la mitad del vino de calidad del siglo XIX. Procedía del triangulo formado por Jerez (Sherry), Santa María y S.B. Alborizas. Este vino era demandado por mayoristas británicos. Pero el 1880 se extendió la plaga de la filoxera que destruyó todas las viñas y hundió las exportaciones vinícolas (facilitando, de este modo, el aumento de las exportaciones francesas). Finalmente, se plantaron nuevas viñas resistentes a la plaga y se solucionó la situación, aunque causó un gran malestar entre el campesinado.
Continuando con la dotación de recursos, también es necesario comentar las exportaciones de cobre, procedentes de “Riotinto” (Huelva). Este material no era explotado por empresas españolas a causa de la escasez de empresarios españoles. Además, los países de destino no pagaban ningún canon al gobierno por el derecho a la explotación ya que estaba atado por un enorme endeudamiento (no podían pagar los intereses de las deudas, así arrendaban sus recursos naturales).
En tercer lugar, la inversión de capital extranjero fue muy importante en la construcción de la red ferroviaria y en la minería dedicada a la exportación.
En referencia al tipo de mercado, se puede describir como pequeño o regional y poco profundo (reducida renta por cápita). Asimismo, hubo una escasa conquista de mercados exteriores (aunque sí es cierto que Italia inició una decidida política colonial por Libia, Somalia y Abisinia pero comportó grandes costes y pocos resultados). También cabe destacar el reducido esfuerzo de internacionalización de algunas PYMES de ambos países.
En referencia al mercado institucional, se puede destacar un sistema educativo y una tradición industrial distantes del primer círculo de difusión (tanto en idiomas, educación técnica y científica).En el caso de España, no se instauró la Enseñanza Secundaria Obligatoria (E.S.O) hasta 1930 y el analfabetismo femenino superaba el 60%. En cambio, en Suecia, el 80% de la población, tanto hombres como mujeres, estaba alfabetizada. En cambio, en Italia, existían diferencias regionales. En el centro/norte del país, el porcentaje de alfabetización era semejante al de Suecia; y en el sur, ese porcentaje aumentaba considerablemente a causa de la mafia.
Por otra parte, se llevó a cabo una política proteccionista y, incluso, nacionalista (principalmente en Italia) que favoreció a algunas regiones y sectores (siderurgia vasca, industria metalmecánica en el norte de Italia, agricultura del cereal castellana, el sector textil algodonero, etc.). En los años posteriores, fue muy difícil liberarse del proteccionismo a causa del caciquismo o control de diputados y senadores de los líderes locales y municipales.
Al final de este periodo, se produjo una importante crisis económica que provocó un gran malestar social ya que se sumó la liquidación de la protoindustrialización, el incremento de la presión fiscal y la crisis bancaria de 1888. Seguidamente, se produjo una ola de emigración hacia los EE.UU. (en algunos años superior al 2% de la población).
A partir de 1890 se produjo una diversificación industrial, inversiones extranjeras (sobretodo alemanas), una difusión en algunas regiones de algunas ramas de la Segunda Revolución Tecnológica. En el caso de Italia, destacó la electrificación, el sector textil, especialmente el algodonero, y la maquinaria. Asimismo, este crecimiento tardío y disperso no consiguió una industrialización suficiente. En ambos países continuaron teniendo una economía dual, con riendas y tasas de crecimiento muy diferentes entre el norte industrializado y el sur agrario y atrasado, diferencias que todavía se arrastran.
viernes, 3 de abril de 2009
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